Al firmar el préstamo hipotecario, la entidad bancaria debe proporcionarnos información acerca de la cuota de amortización que se va a aplicar a nuestra hipoteca. Esta amortización se refiere a las cuotas que el deudor debe ir pagando, con carácter periódico, para ir devolviendo el dinero prestado.
¿Qué tipos de amortización existen?
El método más utilizado es el de cuota constante. Con él, la cuota a pagar que se genera es constante e invariable a lo largo de toda la vida del préstamo. Por tanto, lo que se modificará será los intereses. En las primeras fases del contrato, se pacta un tipo de interés que, normalmente pasado un año, se puede revisar.
El siguiente método es el de cuota creciente. Con este tipo lo que se hace es aumentar la cuota a pagar con el paso del tiempo. Por consiguiente, al inicio se paga una cuota inferior a la que habrá que pagar hacia el final de la hipoteca.
Finalmente, por el método de cuota decreciente, se hace a la inversa del sistema anterior, por lo que se paga una cuota más alta al inicio, que luego irá decreciendo conforme se acerque el fin de la hipoteca.
Nuestro despacho es especialista en derecho hipotecario. Por ello, queremos ofrecerle nuestros conocimientos para que ni ahora, ni nunca, tenga problemas con su hipoteca. Si desea que le asesoremos con los trámites con el banco, no dude en contactarnos, estamos en Madrid para ayudarle.