Se denomina hipoteca puente al producto financiero que ofrecen bancos y cajas de ahorro a aquellos clientes que desean adquirir una vivienda nueva pero tienen una anterior que deben vender. Este producto supone una financiación temporal con la que se disminuyen los inconvenientes que suponen llevar a cabo una venta rápida del inmueble para adquirir la nueva, con la posible consecuencia de no obtener el mejor precio por él, o el pago de las cuotas derivado de mantener dos hipotecas, en su caso.
La hipoteca puente permite financiar el cambio de vivienda, pagando una única cuota durante un periodo de tiempo establecido en el contrato y el cliente puede vender el antiguo inmueble valorando las opciones más beneficiosas que se le puedan presentar. Normalmente, lo que ocurre, con la finalidad de evitar que la nueva cuota sea mucho más elevada que la que hasta ahora se venía pagando, es el uso del concepto de periodo de carencia a través del cual durante dicho lapso de tiempo se pagan los intereses para la hipoteca puente.
Inicialmente, se garantiza el préstamo de ambas casas y tras la venta, se reduce la cuantía del préstamo y la hipoteca recae sobre la nueva vivienda.